el poeta que perturba la calma

A partir de los viernes la realidad la distorsionan las drogas y el sol es un cuadrilátero que golpea tu cara con un horizonte de trabajos forzados

Cuando estoy contigo prefiero tus labios a una raya de coca a pesar de que me seduce el gusano

Una sobredosis me muestra el horror de la caída desde una ventana menos mal que estoy a tiempo de buscar en tus ojos el agua

Demasiadas noches sin dormir y con la mandíbula desencajada me miro al espejo y veo un muñeco con las pilas gastadas

Prefiero un piano al ritmo del golpear de una maquina me dejo llevar y entonces desenfoco la imagen solo veo abrazos donde se daban patadas

Vuelvo a la realizad donde el odio está en todas partes

Se odian mujeres y hombres, negros y blancos, musulmanes y cristianos, españoles y catalanes, y se odian dos compañeros en un centro social ocupado 

 

Por un momento logro evadirme y me dejo llevar por las olas en un mar sin pateras ni niños ahogados  hasta una playa de arena donde no exista el plástico

Demasiado hermoso pensar en un mar sin vertidos de petróleo y en un océano sin pruebas nucleares

Demasiado hermosos los acantilados sin suicidas que sueñan con lanzarse atados a una piedra al agua