Poemas para un apocalipsis
Los fumadores convulsivos consumían nicotina y apestaban a
tabaco mientras los tubos de escape de los automóviles dejaban sin oxigeno
nuestros pulmones y el asma evolucionaba en nuestras arterias antes del desastre
Los toxicómanos consumían sobredosis de heroína mientras
normalizaban la hepatitis y el sida en su organismo
Adictos al azúcar consumían obesidad con gula sin necesidad
de inyectarse insulina
La dieta era una operación de estómago en una clínica de estética
en busca de la juventud eterna
La carne putrefacta enfermaba nuestras células con cáncer
mientras la grasa obstruía las arterias y el corazón latía al ritmo que marcaba
un marcapasos
Uno tras otro los dientes se caían y las muelas acababan
agujereadas por las caries
Las pantallas digitales sacaron nuestros ojos de las órbitas
y las personas caminaban con la mirada en el teléfono móvil sin darse cuenta de
lo que acontecía en la calle
Algunos trataron de proteger a los niños del fracaso de los
adultos adictos al suicidio
Los aplausos confundieron al poeta que ahogado por el ego no
lograba declamar con claridad sus versos corrosivos
Cobró vida el alambre oxidado en la linde del camino cuando
ya no había vacunas para el tétano
Algunos sobrevivieron aislados hasta que agotaron las latas
de conservas
Un niño los condujo a la habitación de los horrores allí
donde el incesto trajo al ADN decadencia
Los pacifistas gritaron Nevermore mientras los quemaban en
la hoguera
Never Mind chillaban los que se quedaron a la espera de la
extinción de los insectos
Algunos seres que mutaron competían por sus despojos con los
buitres y las hienas
Dejaron de escucharse voces en el patio del colegio mientras
las madres eliminaban el fruto de su vientre por el temor que las inspiraba la
mutación de sus engendros
El mar devolvía la carne de los cadáveres consumidos por los
peces a las playas totalmente desiertas
El cielo era una gran pira funeraria que abrasaba hasta el
último brote de hierba solo algunos seres con la piel calcinada a pesar de los
dolores continuaron con una vida infierno
El cadáver de los árboles servía de cobijo a las serpientes
con veneno mientras en las cloacas los roedores no soportaban el calor del agua
hirviendo
Las personas maldecían a sus ancestros mientras se lanzaban
al vacio como única salida a los dolores
Desaparecida el agua la sal de los océanos cegaba a los
vivos que vagaban sin rumbo en espera de la muerte
A veces entre los gases se podía ver un astro que traía luz
y otros días comenzaba a caer agua contaminada
La vida se abrió paso y los seres extraños comenzaron a
surgir entre los alaridos de dolor y el olor a carne incinerada de los
supervivientes
Los que se ocultaron en las entrañas de la tierra no
pudieron soportar la radioactividad ni el arsénico en el aire
La desesperación abrazó la locura algunos exigieron sacrificios y en los campos
de refugiados no quedaron vírgenes
Algunos se abrazaron con tal fuerza que rompieron sus
costillas
El exceso de grasa igual que los transgénicos modificó a
partir de sus raíces la estructura de los árboles por eso tienen el pelo largo
en las ramas y en el tronco escamas de pescado
El minimalismo cobró vida en los soportales de los edificios
abandonados y quedó al descubierto el óxido de la ferralla en sus cimientos
Los edificios sin vida albergaban en sus paredes semillas
que brotaban de una manera ilógica en sus fachadas
Eso asustaba a los seres extraños que no toleraban el
oxígeno en el aire
Dicen que aún se pueden ver seres humanos con el rostro
desfigurado que respiran tras una máscara
A veces algún ave se posa al calor de las hogueras de los
seres extraños que asombrados las idolatran
como a seres sobrenaturales que deberían estar extintos y sobrevivieron
al desastre
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