miércoles, 25 de marzo de 2020

Poemas para un apocalipsis.

Entre los restos de carne a veces había gusanos ciegos que seguían el olor de los procesos febriles y nos ayudaban en la búsqueda de cadáveres
 Era habitual compartir una fosa común o una pira funeraria
Los verdugos envidiaban la mortalidad de los virus y las bacterias mientras la lluvia ácida corroía la epidermis y el sol quemaba la piel de los que no se conformaban con la luz artificial de los subterraneos

Borrar todo apareció en la pantalla y no quedaron acciones ni escrituras ni números de cuentas la inteligencia artificial borró todos los ficheros
Después del holocausto no quedó un solo documento que corroborase  de quien eran los escombros ni los restos del paisaje
Los seres extraños colonizaron el planeta con el temor de un turista que no conoce las costumbres ni el idioma de los lugareños
Son los hijos de la legía y el biodiesel los hijos del holocausto nuclear y de la mutación que sufrieron con la radiactividad los transgénicos 

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