lunes, 17 de febrero de 2020


En mi barrio no hay bibliotecas ni centros culturales el futbol es una actividad extraescolar de pago y las asociaciones de vecinos bastante tienen con presionar a las instituciones para que les limpien las calles por eso los jóvenes vagan en busca de colillas de cigarro e imitan a sus mayores consumiendo tinto de verano sin alcohol lejos de la mirada de sus padres
La juventud cada vez está peor preparada y es que no tienen beca los libros y sin la beca de comedor a veces incluso pasan hambre
No conocen las universidades porque no pueden matricularse a menos que los avalen sus abuelos con un crédito
Cuando acaban el colegio no tienen relación con los libros ni vuelven a escuchar el sonido de una flauta ni mucho menos de un piano
Sus padres son afortunados si al menos sus hijos están en contacto con el arte urbano  dibujan  graffiti en los muros o riman versos en las peleas de gallos
Los jóvenes visitan la oficina del INEM actualizan su curriculum y se conecten a internet en busca de un empleo resignados a aceptar interminables turnos sin descansos y disponibilidad horaria a salario base
Se llevan la tartera al curro pagan el abono transporte y buscan en las rebajas ropa de saldo y ofertas en el híper de comida caducada
Ya no visitan los bares y consumen yonki latas de cerveza en los bancos de las plazas
No pueden llenar el carro en los supermercados y  buscan el ahorro en los contenedores de basura
Entre contrato y contrato no pueden pagarse un alquiler o una hipoteca y dóciles regresan a casa de sus padres
En mi barrio los jóvenes consumen litros de calimocho y rapean letras donde ya no hay esperanza     
           
                                                                                                                            

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