En mi barrio los políticos se presentan de incognito antes de que su presencia llegue a oídos de los vecinos y estos
arruinen su foto en las redes sociales e interrumpan su discurso.
En mi barrio las personas al borde del desahucio increpan a
los políticos con traje y con corbata que prometen ocuparse personalmente de
sus casos por miedo a la primera piedra o a una toma falsa en los telediarios.
Hay un niño que envejece cuando ve la tristeza de sus
padres y a los vecinos igual les da por
lamentarse que por coger una pancarta y echarles de sus calles entre abucheos
insultos y amenazas.
En mi barrio preferimos los invisibles a los miserables por
eso siempre tenemos limpias las manos.
En mi barrio preferimos las metáforas de los poetas a los
eufemismos de los políticos que nos toman por idiotas y vienen a vendernos el
estado del bienestar envuelto en papel de regalo.
En mi barrio los políticos no conocen el escrache de los
pobres y deberían de dar las gracias porque no hay adoquines en el asfalto.

No hay comentarios:
Publicar un comentario