el poeta que perturba la calma

Estado de alarma

Hay que castigar a los desobedientes que nos ponen en peligro en el estado de alarma

Hace falta más medios  para que se queden en casa, seguimos sin respiradores, mientras suenan las balas 

Todos los medios para que el ejercito  este preparado, mientras no hay ambulancias para recoger un anciano

Las personas mayores reciben cuidados paliativos sin salir de su casa, porque no hay camas en los hospitales

Otro hospital de campaña y seguimos sin saber que hace el personal sanitario de la privada

No hay test en los centros de salud pero si en una clínica privada y algunos ya se frotan las manos

Igual hay camas vacías pero los enfermos no son rentables

Y mientras tanto parece que frenamos de golpe el cambio climático

El planeta ha vuelto a coger oxígeno y los pájaros han vuelto a las ramas en las grandes ciudades

No tiene que ver nada con un cuento de hadas, tampoco con un sicario que se arrepiente de sus actos, ni con un inversor que ha dejado de mirar la bolsa para mirar a su hermano

Siguen cerradas las fronteras y las personas siguen siendo ilegales

Nadie pregunta antes de pasar un recibo del banco solo esperamos que siga con una economía saneada que garantice el pago

Es mejor poner la demanda y que lo resuelva el estado para eso votamos

Igual tenemos que renunciar a una casa más grande, algunos lo tienen peor, volverá a haber desahucios

Menos mal que aun nos queda petróleo para quemar y que no pare la máquina

Lo difícil es volverla arrancar, después todo es mucho más fácil, aunque nos den pena los árboles y los delfines vuelvan a abandonar los canales de Venecia y regresen a el océano los envases de plástico

Quien sabe, a veces, parece que aún puede haber esperanza, cuando oigo un aplauso